Parece que el pajarito mandón más conocido por Dios
sopló en el flanco del primer hombre para animarlo y
darle espíritu. Si en vez del pajarito hubiera estado ahí
Louis para soplar, el hombre habría salido mucho mejor.
Cortázar, Julio
La vuelta al día en ochenta mundos.
Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2009.
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